Elba
Cuenta la leyenda que Afrodita, que emergió de la espuma del Tirreno, perdió el collar de perlas que le regaló Paris para alcanzar a su amado Eros en la orilla. Siete de estas perlas quedaron en la superficie formando las respectivas islas del archipiélago toscano.
De la perla más grande, surgió Elba.
Esplendor natural del archipiélago toscano
La Isla de Elba es la tercera más grande de Italia, justo después de Sicilia y Cerdeña. Junto con Gorgona, Capraia, Pianosa, Montecristo, Giglio y Giannutri, forma parte del Parque Nacional del Archipiélago Toscano y es uno de los destinos más populares entre los italianos, sobre todo en verano.
Con una longitud de 27 kilómetros de este a oeste y 18 kilómetros de norte a sur, la isla es fácil de visitar. Su territorio te ofrecerá sugerentes vistas y panoramas, con playas como Capo Bianco y Fetovaia y excursiones como la del Monte Capanne, el punto más alto de todo el archipiélago.
Pero Elba no es solo mar y playa. Famosa por ser un importante yacimiento de mineral de hierro, como demuestra el parque minero de Río Marina, la isla está salpicada de pueblos característicos como Marciana, con sus calles empedradas y casas estrechas, Capoliveri, que conserva su estructura medieval de cuatro fracciones, y Porto Azzurro, un pueblo de pescadores.
La isla también está salpicada de castillos y asentamientos antiguos, como las Fortalezas de los Medici, que te harán retroceder en el tiempo. Los aficionados a la historia también apreciarán el Museo Nacional Villa dei Mulini, residencia de Napoleón Bonaparte durante su exilio en la isla.
